A principios de este mes se estrenó en la plataforma de Netflix la serie live action del manga/anime creado por Eichiro Oda, One Piece, en el que seguimos a Monkey D. Luffy y su tripulación en búsqueda del tesoro que le da el nombre a la serie, el One Piece.
Una promoción polémica
Esta serie es producida por Tomorrow Studios, productora responsable del Live Action de Cowboy Bebop, el cual tuvo una muy mala recepción por parte de los fans.
Esto, sumado al historial de malas adaptaciones live action por parte de Netflix como lo fue el live action de Death Note, el cual se separa bastante del material original con un resultado completamente desastroso, generó más malas impresiones por parte de la audiencia, pues con todo esto muchos ya daban por hecho de que el live action de One Piece sería una total desepción como sus antecesoras.
La serie superó expectativas
Así como lo dije en el inicio, la serie superó las expectativas, y es que la productora tomó en cuenta los errores y las reseñas de su adaptación anterior, pues tanto los visuales como el curso de la historia están bastante bien logrados, tomándose incluso algunas libertades que compensan algunos huecos que pudiese tener el material original a su vez que mantiene una fidelidad al mismo mucho mejor y de mejor manera que el anime producido por Toei Animation, pues mientras que el anime se toma 12 capítulos para un arco, a la serie le basta con uno o dos capítulos de una hora para contar toda la trama mientras que te cuenta la historia de los personajes.
La serie cuenta con 8 capítulos de una hora de duración cada uno aproximadamente, los cuales abarcan desde el arco de East Blue hasta Arlong Park. Y si piensas comenzar a ver One Piece, pero los más de mil capítulos y el excesivo relleno te quitan las ganas, este live action podría ser una buena opción para empezar.
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